sábado, 31 de enero de 2009

Autores y màs...


Es evidente que cada autor expone una visión, o un análisis sobre la situación espacio temporal que cada uno de ellos ha vivido. Sin embargo esta diversidad de ideas no esta totalmente desligada en sus partes, sino que más bien crea rutas e introduce elementos que se entrelazan a lo largo de la reflexión, para que así se pueda dar lugar a la crítica, la reflexión y la creación de nuevas rutas o el mejoramiento de los sistemas ya propuestos. Pero no solo es esto si no que también, cada nueva corriente de pensamiento instaurada, cada nueva ideología no sólo es el resultado de la observación y el análisis histórico propio de cada autor, sino que también presenta ante los demás una concepción y por tanto nos da la oportunidad de poder entender qué es lo que pasa a nuestro alrededor, en la sociedad; Crea nuevos fundamentos sociales, que ya sea que estén bien o mal dirigen o van dictando nuevos rumbos, nuevos horizontes teóricos y prácticos. Lo anterior solo lo dije con la intención de tratar de explicar porqué es tan importante tomar en cuenta aquellos elementos que se introducen y entrelazan una y otra vez, y también que es bien importante tomarlos en cuenta, no necesariamente para darles una nueva dirección o significado, sino sólo con el propósito de entender la condición social humana actual. Elementos como el de la libertad, sociedad, democracia, política, sujeto, estado, siervo, esclavo, naturaleza, ley, leyes…etc. Muestran de qué manera están compuestas las sociedades, y de que manera se construyen las relaciones sociales, identifica también en su lugar el papel de cada sujeto al interior de una sociedad. Siempre he creído que la descomposición de un problema en sus partes es la mejor manera de llevar a cabo la exegesis, sin embargo con la filosofía política es acaso hartamente difícil poder hacerlo, por eso muchas veces pasa que la misma palabra o el mismo concepto, adquiere nuevas significaciones para un autor y otras para otro. En ocasiones es necesario que se especifique sólo un uso para dicha palabra, es en este sentido que digo que por eso es quizá prudente someter el problema y cada una de sus partes a un estudio critico (en el sentido kantiano). Sin embargo ya a estas alturas, veo también un problema en esta manera de proceder pues divagar sobre la libertad – por ejemplo – puede precisamente ser solo eso, divagar; Y por tanto ser una reflexión estéril que se puede proyectar en magnitudes cósmicas. Pero de qué otra manera se puede abordar el problema si no es relacionando el concepto con su uso, esto es, por ejemplo de que manera podría entenderse la libertad, si no es experimentándola uno mismo, ejerciéndola ¿de qué otra manera se puede conocer bien ese concepto, extraerlo y hacerlo valido, para los fines antes mencionados? el de poder entender nuestra realidad social.
En este punto es donde yo veo el uso práctico de la filosofía, no en la pura reflexión meta-ontológica, sino además en la reflexión de la vida práctica, la política es sin duda – para mí – el puente más estrecho entre una cosa y otra. Pero ¿por qué la política y no por ejemplo la moral, la ética o la religión? Porque la política es y/o representa – desde mi punto de vista - el escenario más complejísimo de la realidad práctica, la vida, el mundo se mueve políticamente. La sociedad es sociedad por la política, nosotros nos llamamos sujetos a la manera política, pues somos ciudadanos o somos esclavos o somos vecinos, burgueses, otro…etc. Las relaciones sociales están, se dan y se van forjando dentro de la estructura de una sola sociedad mundial, las relaciones entre los hombres ya sean de orden moral o religioso, siempre se dan en el escenario político social. Es esta quizá una justificación muy apresurada, pues aunque he intentado abordar el problema por partes, siento que me estoy tirando sobre un supuesto bastante sospechoso, que intentare descubrir. Quizá sería prudente mencionar en este punto a Foucault, quien pone como fundamento para el propio reconocimiento de la verdad, a las relaciones de poder, pues según él éstas van formando dominios a partir de las prácticas sociales. Y es que, en qué otro plano se puede hablar de una configuración de prácticas sociales en el sentido más estricto, si no es en el plano político. Pues como ya lo había mencionado antes, somos sociedad por que conformamos un estado, un estado que regula de una u otra forma todo aquello que acontece al interior del mismo. En donde las relaciones de poder, el ejercicio de éste, afectan a cada uno de los miembros que conforman el estado, ya sea el sujeto que aunque este regulado por las leyes civiles aún posee diría Rousseau extractos de su naturaleza humana; O el gobernante quien debe conducirse de ciertas formas para poder conservar la soberanía del poder y del estado.
Alargar mucho este tipo de reflexiones nos aproxima a otro problema fundamental, pues tampoco quiero decir que todo movimiento tenga como causa algún suceso o evento político, sino que más bien creo que hasta la fecha, en nuestros tiempos, en nuestra situación es bien obvio el fenómeno político como motor en la convergencia social; Un motor que crea nuevos caminos, que se dirige a nuevos rumbos, pero que es vacio, pero sólo es vacio en su sentido pues ese dirigirse es un ir creando, sin embargo tiene contenido histórico, que explica (cómo llegamos a este punto social) y muestra (cómo es la sociedad actual) la sociedad. Es evidentemente necesario reflexionar sobre estos asuntos, pues si se obtiene algo provechoso, esto sólo nos acercaría más a uno de los horizontes filosóficos más anhelados, una explicación total del fenómeno social, del sujeto, de la verdad del ser.
H.

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